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17 de Abril de 2020 | 11:54
Economía
Apoyo emocional y empujón financiero

Apoyo emocional y empujón financiero

En tiempos difíciles, cualquier ayuda, por pequeña que sea, nos sirve de mucho.

Un abrazo, aunque sea a distancia, porque los abrazos se sienten; una conversación al teléfono; los aplausos de cada día entre los vecinos para sentir que no estamos solos; unas palabras que nos hablan de esperanza; un beso volado… todos estos gestos nos ayudan y mucho en el plano de los sentimientos y las emociones.

Sin embargo, también está la otra parte, la económica; porque la salud es lo primero, pero la economía es fundamental para sobrevivir; y lo cierto es que, debido al confinamiento y al cese de muchas actividades empresariales no esenciales, lo económico enferma.

Y lo mismo que necesitamos un apoyo emocional, también vamos a necesitar un empuje en lo que tiene que ver con el patrimonio, tanto a nivel personal, como a pequeños y medianos empresarios y autónomos, un sector que, en las crisis, siempre sale el peor parado. 

Una solución rápida para paliar la falta de capital, la podemos encontrar a través de los créditos rápidos online; pequeñas cantidades de dinero que percibimos en tiempo record y que, por medio de un comparador de créditos, podemos establecer comparativas y hacer una simulación del coste real que tendremos que devolver a la finalización del vencimiento del plazo para su reembolso.

Igual que pasa con la salud emocional, y salvando las diferencias, sanear la salud económica con un pequeño empuje inicial, abre una puerta a la esperanza y a la recuperación de nuevas ilusiones que nos permitan seguir adelante con los proyectos personales y/o profesionales.

Lo positivo de estos microcréditos online no solo reside en la rapidez con la que puedes disponer del dinero, sino en la facilidad de los trámites, en el escaso papeleo, en que no te exigen una nómina sino que basta con un justificante de ingresos periódicos, en que admiten solicitudes de préstamos con asnef, en fin, un tipo de créditos online que abre puertas donde otros las cierran.

Y es que, cuando nos encontramos inmersos en situaciones críticas, lo último que necesitamos es que nos compliquen el acceso a un crédito para afrontar una situación de falta de efectivo que no admite esperas.

Este estado de alarma sanitaria está repleto de abrazos por dar, de palabras que decir a distancias cortas, de tiempo que compartir en familia, con amigos y con compañeros, en la terraza de un bar, en la playa, una caminata por la montaña, un paseo por las calles, es decir, pequeños gestos de amor y de cariño que sabemos que llegarán y que esperamos más pronto que tarde.

Y también queremos más pronto que tarde ese empujón dinero para llevar mejor la economía doméstica, para retomar la actividad empresarial, profesional y comercial; y, de esta manera, ir recuperando la maltrecha situación financiera que viene después de un parón a todos los niveles, por alerta sanitaria.

Al margen de lo dicho, hay que añadir que, a pesar de lo complicado del confinamiento, nos llueven multitud de propuestas por internet, de forma gratuita, para hacerlo más llevadero, desde tutoriales para hacer manualidades, películas y libros, visitas virtuales a museos, ejercicios para ponerte en forma, yoga, pilates, mantenimiento, ballet… a lo que hay que añadir, las aportaciones de vecinos que salen a sus balcones para ofrecer actuaciones que nos alegren y nos diviertan, así como voluntarios dispuestos a ayudar a personas de edad que se encuentran solas… porque, precisamente, en las situaciones duras, suelen aflorar sentimientos de solidaridad, por lo menos, en la mayor parte de la población, salvo algunas minoritarias excepciones.

Y como se trata de aprovechar esa disponibilidad de tiempo, un tiempo que escasea en situaciones normales, podemos emplearlo en idear nuevas formas de empezar un negocio, en buscar otras alternativas para poner en marcha, una vez esto termine. De esta manera, podremos retomar, a la mayor brevedad posible, nuestra actividad empresarial o profesional con el reporte de esas ideas que hemos trabajado durante el periodo de inactividad y que van encaminadas a mejorar la productividad, e incluso, a ampliar y expandir el negocio.

Nadie dijo que la vida fuera un camino de rosas;  a lo largo de nuestra existencia enfrentaremos contratiempos y problemas, más o menos graves, pero también épocas felices de bienestar y equilibrio económico y social, son las cosas de la vida. Al hilo de esto, es oportuno mencionar que nuestros predecesores han pasado situaciones y circunstancias mucho más graves que las que nosotros estamos soportando ahora. Ellos pudieron y nosotros, también. 

Para finalizar, sabemos que si necesitamos apoyo emocional, contamos con muchos medios para acercarnos unos a otros y, si precisamos ayuda financiera, los préstamos personales están disponibles para conseguir el efectivo que necesitamos para esos momentos puntuales de falta de dinero, por los que, la mayoría pasamos en algún momento de nuestra vida.

Animo y fuerza para todos. Todo pasa, lo mejor, lo bueno, lo menos bueno y lo peor.