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16 de Julio de 2020 | 09:35
Abogados

Los abogados del IRPH y su inestimable labor

A menudo resulta muy complicado saber qué pasos burocráticos y legales debemos dar para solicitar y conseguir una hipoteca. De hecho, en la actualidad conseguir una vivienda es ya de por sí un procedimiento titánico debido a la cada vez más elevada precariedad laboral. En definitiva, lo último que queremos es endeudarnos, y precisamente por eso intentamos por todos los medios informarnos a fondo y dar cada paso del camino de manera efectiva y sin equivocarnos. Como los matices son muchos y la complejidad en sí del proceso hipotecario es alta, es lógico que a veces queramos recurrir a asesores fiscales para disponer de ayuda profesional.

 

Y no solo asesores, también es importante localizar a buenos profesionales de la abogacía; por ejemplo, abogados del IRPH. El IRPH, en pocas palabras, es el índice de Referencia de los Préstamos Hipotecarios, y se trata de un indicador hipotecario de tipos de interés. Las fluctuaciones económicas que el IRPH supone para las hipotecas en nuestro país desde que se empezó a implementar en el año 1994 por el Banco de España es fundamental para entender de qué manera puede evolucionar la nuestra y cómo nos puede afectar.

 

Por eso existen abogados del IRPH en Madrid y en el resto de España, porque la mayoría de los ciudadanos desconoce los supuestos legales que podrían darse y cómo se solventan. Por suerte, a día de hoy es suficiente con introducir en Google esas palabras clave que nos permitirán dar con los profesionales que necesitamos para tomar la decisión de solicitar una hipoteca, pero sintiéndonos protegidos legalmente en todos los sentidos.

 

Si damos con los profesionales adecuados, incluso en el caso de que tengamos un problema serio con esta cuestión, no tenemos nada de qué preocuparnos, pues el procedimiento de reclamar el IRPH es algo con lo que estos abogados especializados sabrán ayudarnos. En definitiva, pedir una hipoteca es un paso que no podemos dar de buenas a primeras, sin informarnos y, sobre todo, sin contar con asesores y abogados que nos brinden la cobertura que hace falta para no cometer errores incómodos difíciles de subsanar.