Rosetta Tool
18 de Agosto de 2020 | 10:44
Abogados

Un abogado matrimonialista en un proceso de divorcio

Nadie quiere pasar por un divorcio, es un hecho. Cuando una pareja contrae matrimonio, lo hace porque ve sinceramente un futuro en la relación, o al menos eso es lo que ocurre de manera general. Ese futuro, muchas veces, resulta ser cierto en cuanto a duración en el tiempo, y entonces el matrimonio decide formar una familia. Pero las relaciones humanas son como son y no siempre son imperecederas, y entonces sentimos la imperiosa necesidad de dar un paso atrás. Solo que nos gustaría poder deshacer el vínculo simplemente chasqueando los dedos.

 

Eso no es posible, y precisamente por eso existen los profesionales que se especializan en asuntos de divorcios. Hay profesionales de este campo concreto del derecho en cualquier zona de España, y por ejemplo, es posible contactar con abogados matrimonialistas en Zamora. A pesar de todo, es importante que no nos precipitemos a la hora de encontrar a los abogados que consideramos perfectos para nuestro caso concreto. Sobre todo porque, al final, deshacer un matrimonio, como ya hemos insinuado, no es solo una cuestión legal, sino un proceso psicológico.

 

Lo mismo vale para otras zonas del país, ya que los divorcios son una cuestión universal. En cualquier caso, ya decidamos solicitar la ayuda de profesionales en Zamora o contactar con abogados para divorcios en Salamanca, debemos considerar primero nuestra situación contextual. Porque cuando un matrimonio relativamente joven y sin hijos se divorcia y es de mutuo acuerdo, el proceso no solo dura menos, sino que es más fácil y menos traumático. Pero a medida que vamos añadiendo obstáculos, como que la pareja lleve ya muchos años de casados y varios bienes compartidos, o haya hijos pequeños cuya custodia hay que considerar, todo se complica.

 

Dar cada paso del camino con extremo cuidado, en todo caso dialogando y permitiendo que nos asesoren como deben los abogados de Zamora, o de Salamanca que hayamos decidido contactar, es lo único que podemos y debemos hacer. Al final, todas las partes del proceso quieren lo mismo: que acabe de la manera más limpia y cómoda, y sin que terceras personas salgan perjudicadas.