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25 de Febrero de 2022 | 13:44
Estética

Los centros de estética y la autoestima física y mental

Al igual que vamos periódicamente a la peluquería para que un profesional nos hidrate las raíces y las puntas, y salir con la sensación de que se ha renovado al cien por cien, podemos acudir a un centro de estética de Barcelona motivados por la misma razón. Si bien, de entrada, puede generarnos dudas la situación epidemiológica actual, es decir, las probabilidades de contagio debido a la pandemia de la COVID-19 a las que podríamos exponernos, lo cierto es que, después de dos años, las medidas de seguridad están ya más que asentadas. En un centro de estética profesional, la mascarilla homologada y la desinfección de manos, instrumentos o camillas es obligatoria.

 

Por lo tanto, si nos apetece, por ejemplo, experimentar buenos tratamientos faciales en Barcelona, no tendremos nada que temer al respecto. Es más, cuando salgamos del centro, estaremos tan felices y pletóricos, precisamente porque notamos nuestra piel suave, hidratada, limpia y fresca, que pensaremos que rara vez hemos tomado una mejor decisión en la vida. Normalmente este es el sentimiento general de cualquier persona que acude a centros de estética por primera vez, siendo la segunda visita o bien una excusa para repetir el proceso, o bien otra para probar algo distinto pero similar, como pueden ser los tratamientos corporales en Barcelona.

 

Estos ejemplos básicos normalmente bastan para que cualquier persona se convenza de que la experiencia de acudir a un centro de estética, al menos una o varias veces en la vida, es muy recomendable. Sin embargo, la carta de servicios disponibles es normalmente más amplia: desde los masajes terapéuticos para eliminar tensiones y acumulaciones de ansiedad y estrés en los músculos del cuello o de la espalda, hasta terapias anticelulíticas y drenajes mucho más especializados para la piel; tratamientos que, unidos a la labor de las personas expertas y a la tecnología más puntera, renovarán nuestra salud tanto física como mental.

 

Por lo tanto, no solo las peluquerías, como espacios dedicados a la belleza corporal, nos generarán un sentimiento de autoestima física, sino también los centros de estética, dedicados totalmente a nuestro cuerpo y nuestra piel.