Rosetta Tool
7 de Junio de 2022 | 08:28
Pastelerías

Sobre repostería casera y fábricas de pastelería

Hacer repostería casera siempre es divertido. Escoger los ingredientes, mezclarlos en sus cantidades justas en una batidora o a mano, y luego ver cómo la masa y el cocido al horno va tomando forma poco a poco. Nada de eso tiene precio, y el resultado, si lo hacemos bien y con mimo, siguiendo religiosamente la receta, será siempre delicioso y visualmente bello. A pesar de esto, no siempre tenemos ganas de cocinar; y si esa desgana se entremezcla con nuestras ganas crecientes de comer dulces, podríamos decir que nos encontramos en un dilema ¿Lo estamos realmente? A fin de cuentas, para matar el antojo nada mejor que disfrutar de los mejores y más ricos productos de fábrica de pastelería, que ya están hechos y que son de disfrute inmediato.

 

Comprar dulces y pasteles en ningún caso sustituye a nuestra afición por la repostería. De hecho, todo lo contrario: degustar una porción de tarta, una galleta, una crepe o un «brownie» nos puede reavivar el espíritu creativo y darnos ganas de hacer nosotros o nosotras algo parecido en casa. Por eso, entre otras cosas, es una excelente idea ir a desayunar o merendar de vez en cuando a una bonita y agradable pastelería industrial de Madrid. No solo le regalamos a nuestro paladar, y por extensión a nuestra salud mental, un instante agradable, sino que, como ya hemos dicho, estimulamos nuestro espíritu creador; ese que, si realmente nos gusta hacer repostería, nunca nos abandona del todo, y se reactiva con algo tan simple como mirar una preciosa tarta en una revista o en un escaparate.

 

Si esto es así a lo largo de todo el año, en ciertos momentos clave del año la sensación se duplica. ¿Alguna vez hemos tenido ganas de hacer dulces navideños caseros? Seguro que sí, y seguro que no pocas veces hemos horneado nuestras propias galletas de jengibre. Otro reto podría ser hacer nuestros propios roscones de Reyes. Hay innumerables recetas en internet, pero, como ya hemos dicho, disfrutar de los roscones de una pastelería de calidad, notar su composición, puede ser la mejor manera de atrevernos. Desde luego, nos divertiremos.